No llevaba un día muy bueno, había discutido con todos los
profesores y no estaba de muy buen humor, estaba bastante irritada.
19.00 de la tarde
Otra llamada, siempre llamadas. Mi abuela muy nerviosa le cuenta
algo a mi madre que rápidamente estamos las dos en el coche camino al
hospital.
No sabía nada de lo que pasaba, pero estaba segura de que tenía
que apoyar a mi madre.
Mi abuelo a parte de la neumonía tiene una septicemia, es decir,
una infección generalizada en todo el cuerpo pudiendo alterar y dañar cualquier
órgano, al ser ya una persona mayor y tan débil como está, no puede comer nada
por que lo que le tiene que administrar a parte de los antibióticos, suero para
que no se deshidrate.
Pues resulta que ese suero se lo deberían haber puesto a las
16.00, eran las 19.30 y el suero no llegaba.
Mi abuela fue a decirlo y lo único que supieron decirla fue que
pusiera una reclamación, ella rápidamente llamó a mi madre... y aquí volvemos
al coche ella y yo, en cuestión de minutos estábamos en la atención del cliente
del hospital contando lo sucedido, diciendo que su padre, mi abuelo se iba, que
necesitaba ese suero y como era posible que estuviera sucediendo esto.
Mi madre se estaba poniendo muy nerviosa y yo lo único que podía
hacer era darle la mano y bueno, parecía que se relajaba.
También intentaba darle todo mi apoyo y en algún momento ser yo
la que hablara, ya que además se le empezaban a caer las lágrimas, como ella
dijo, "lo siento mucho, pero con mis familiares no se juega y menos con la
vida de mi padre."
Las señoritas que estaban allí solo supieron decir que, si tanta
queja teníamos, que fuéramos a la Guardia Civil , que ellas tenían mejores
cosas que hacer...
Impresionadas nos quedamos.
A las 20.00 le pusieron el suero y el día se tranquilizó.
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