miércoles, 8 de febrero de 2012

19.Septiembre.2011


No llevaba un día muy bueno, había discutido con todos los profesores y no estaba de muy buen humor, estaba bastante irritada.

19.00 de la tarde

Otra llamada, siempre llamadas. Mi abuela muy nerviosa le cuenta algo a mi madre que rápidamente estamos las dos en el coche camino al hospital.

No sabía nada de lo que pasaba, pero estaba segura de que tenía que apoyar a mi madre.

Mi abuelo a parte de la neumonía tiene una septicemia, es decir, una infección generalizada en todo el cuerpo pudiendo alterar y dañar cualquier órgano, al ser ya una persona mayor y tan débil como está, no puede comer nada por que lo que le tiene que administrar a parte de los antibióticos, suero para que no se deshidrate.

Pues resulta que ese suero se lo deberían haber puesto a las 16.00, eran las 19.30 y el suero no llegaba.

Mi abuela fue a decirlo y lo único que supieron decirla fue que pusiera una reclamación, ella rápidamente llamó a mi madre... y aquí volvemos al coche ella y yo, en cuestión de minutos estábamos en la atención del cliente del hospital contando lo sucedido, diciendo que su padre, mi abuelo se iba, que necesitaba ese suero y como era posible que estuviera sucediendo esto.

Mi madre se estaba poniendo muy nerviosa y yo lo único que podía hacer era darle la mano y bueno, parecía que se relajaba.
También intentaba darle todo mi apoyo y en algún momento ser yo la que hablara, ya que además se le empezaban a caer las lágrimas, como ella dijo, "lo siento mucho, pero con mis familiares no se juega y menos con la vida de mi padre."

Las señoritas que estaban allí solo supieron decir que, si tanta queja teníamos, que fuéramos a la Guardia Civil , que ellas tenían mejores cosas que hacer...

Impresionadas nos quedamos.

A las 20.00 le pusieron el suero y el día se tranquilizó.

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